De la Guía de reflexión para la Cuaresma de 2021: Hermanas y hermanos todos.

“Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos.” 
 - Marcos 9: 2-3

En las lecturas del segundo domingo de Cuaresma, escuchamos el relato difícil del casi sacrificio de Isaac por parte de Abraham, seguido del relato de la transfiguración de Jesús ante tres discípulos en el Evangelio de Marcos.

En una de las lecturas, Abraham está dispuesto a sacrificar a su precioso hijo, Isaac, para seguir la voluntad de Dios. En la otra, Jesús, sabiendo que su muerte se acerca, lleva a sus discípulos a una montaña donde les ofrece una visión de su gloria celestial.

Estas historias nos ayudan a recordar una parte esencial y difícil de la lógica cristiana: que cuando ofrecemos todo a Dios – todo lo que atesoramos, todo nuestro ser – lo que ofrecemos puede ser transfigurado o resucitado, hecho más duradero y perfecto de lo que era antes. 

A nivel individual, la Cuaresma es un tiempo para aprender a “morir” de los hábitos y formas en que nos alejan de Dios para poder resucitar con Cristo en la Pascua, renovados y fortalecidos. 

A nivel social, el Papa Francisco nos llama, como familia humana, a “morir” de las formas en que reforzamos la cultura de la muerte y la indiferencia, para que nuestro mundo pueda ser transfigurado por el amor y la solidaridad. 

En Fratelli Tutti, y a lo largo de muchos de sus recientes escritos papales, el Papa Francisco nos invita a pensar más allá de la economía rota y paradigmas sociales que nos han llevado al crisis moderno -- la pandemia, las crisis medioambientales, las economías de exclusión y el consumismo, la crisis de los refugiados, etc. El nos invita a dar un paso atrás en nuestras arraigadas formas de pensar para poder imaginar nuevas formas creativas de estar en relación con los demás y con la tierra que refleja quienes somos como hijos de Dios. 

En Fratelli Tutti, Francisco escribe: “Pasada la crisis sanitaria, la peor reacción sería la de caer aún más en una fiebre consumista y en nuevas formas de autopreservación egoísta... Ojalá que tanto dolor no sea inútil, que demos un salto hacia una forma nueva de vida y descubramos definitivamente que nos necesitamos y nos debemos los unos a los otros, para que la humanidad renazca...Si no logramos recuperar la pasión compartida por una comunidad de pertenencia y de solidaridad, a la cual destinar tiempo, esfuerzo y bienes, la ilusión global que nos engaña se caerá ruinosamente y dejará a muchos a merced de la náusea y el vacío (35-36).”

El temor a veces nos impide asumir el riesgo necesario para poder tener creatividad y nuevas formas de pensar. También lo hace el sentimiento de impotencia, de desesperación. Pero las lecturas de hoy nos recuerdan el deseo de Dios de transformarnos y todo lo que le ofrecemos. 

Peg Vamosy, misionera laica de Maryknoll, escribe: “Toda la creación está esperando ver qué decidimos hacer nosotros como humanos. ¿Nos apresuraremos a volver a la “normalidad” de consumismo, conveniencia, comodidad e indiferencia hacia cualquier persona o cosa que no seamos nosotros mismos, o nos embarcaremos en un nuevo camino para restaurar la tierra a las relaciones correctas, con Dios, con los demás y con toda la creación? 

...[Esto] debería ser una oportunidad y un momento de esperanza, porque podemos transformar esta realidad. No tenemos que volver a la normalidad que dejamos atrás; podemos elegir un terreno más fértil en el que plantar las semillas para la cosecha que Dios quiere.”

Preguntas para la reflexión:

En las dificultades de esta pandemia, ¿has experimentado algún crecimiento o revelación? ¿Quién esperas ser durante esta pandemia y después?

Rezar

Cuando esto termine
que nunca más
demos por hecho
Un apretón de manos con un desconocido
Los estantes llenos en la tienda
Las conversaciones con los vecinos
Un teatro lleno de gente
Un viernes por la noche
El sabor de la comunión
Una cita rutinaria
La prisa para la escuela de cada mañana
El café con un amigo
El rugido del estadio
Cada respiración profunda
Un martes aburrido
La vida misma.

Cuando esto termine,
ojala que encontremos
que nos hemos convertido
más en las personas
que queríamos ser
que fuimos llamados a ser
que esperábamos ser
y que sigamos siendo
así – mejor
por los demás
por lo peor.

- Laura Kelly Fanucci

 

Ayunar

Ayuna de un hábito de conveniencia esta semana, ya sea conducir cuando podrías caminar, pedir comida para llevar en lugar de comer la comida en tu casa, usar bolsas de plástico en lugar de las reutilizables, o enviar mensajes de texto cuando alguien agradecería una llamada. 

Actuar

Infórmese sobre la Comisión Vaticana COVID-19, la cuál estudia las maneras en las que el mundo puede avanzar con justicia y sostenibilidad después de la pandemia. Guiándose a través de los cuatro temas prioritarios de la comisión (seguridad, economía, ecología, y salud), identifique a alguna persona u organización a la cuál para ofrecer su tiempo, talento, o tesoro como forma de servicio esta semana: 
http://bit.ly/31pLhp5

 

Foto de la montaña disponible en Pixabay: https://bit.ly/3t83N0S. Foto de niños jugando en las escaleras de la iglesia por el Secretariado de SuSanA, disponible en Flickr: http://bit.ly/3r28OWV